MAZZUCATO EN MACONDO. El irrealismo mágico del “Valor público” en el neoliberalismo vulgar

El diccionario léxico propio del pensamiento de Mariana Mazzucato sigue incólume en sintonía con el neoliberalismo vulgar tanto en sus pretendidas “teorías” como en sus propuestas prácticas. En el tema sobre la “co-creación” de valor y la reiteración imaginada según la cual el sector público “crea valor”, la línea de propaganda sobre el "Valor público" resulta particularmente insidiosa y especialmente vacía de contenido, aunque con un poder de convocatoria y agitación entre varios círculos y audiencias neoliberales.

La economía vulgar, que sólo se mantiene dentro de la conexión aparente, cuidándose tan solo de ofrecer una explicación plausible de los fenómenos más burdos, por así decirlo, y rumiando una y otra vez para el uso doméstico de la burguesía, el material suministrado hace ya tiempo por la economía científica, y que, por lo demás, se limita a sistematizar, pedantizar y proclamar como verdades eternas las ideas banales y fatuas que los agentes de la producción burguesa se forman acerca de su propio mundo como el mejor de los mundos posibles

Karl Marx, El Capital

La economista italo-americana Mariana Mazzucato, profesora e investigadora del University College of London (UCL) institución pública donde dirige el Instituto para la Innovación y el Propósito público (IIPP) visitó Colombia hace un par de semanas atrás causando un impacto singular en diferentes escenarios gubernamentales, académicos y en los propios medios de comunicación convencionales, pues Mazzucato tuvo una relativa gran visibilidad a través de varias entrevistas.

En el pasado, Mazzucato ya había interactuado con figuras políticas del país entre ellas el actual presidente, Gustavo Petro, la exalcadesa de Bogotá, Claudia Nayibe López y con el expresidente Iván Duque además de juntar varios encuentros en diferentes universidades privadas.

En esta oportunidad, la visita de Mazzucato tuvo que ver con su participación en la nueva edición colombiana del Hay Festival 2024 que se realiza tradicionalmente en la ciudad de Cartagena de Indias, un espacio que replica festivales de este tipo alrededor del mundo con el propósito de “celebrar la literatura, el pensamiento, las ideas y el intercambio entre las personas”. En este evento, Mazzucato fue además figura destacada y una de las invitadas “de lujo” ubicada en la categoría: Pensamiento compartiendo un sitial junto a Philipp Blom, Tsitsi Dangarembga, Dahlia de la Cerda, Pankaj Mishra y Moisés Naím, entre otros.

En el Hay festival, Mazzucato fue protagonista de dos paneles.

El primero, a través de una conversación conducida por el colombiano Juan Carlos Flórez y en donde también participaron la zimbabuense, Tsitsi Dangarembga —quien de paso vale la pena rescatar fue la única expositora que realizó un contrapunto crítico frente a las ideas de una supuesta “buena gobernanza global” y la “co-creación de valor” insinuadas por Mazzucato denunciando la función del colonialismo, las opresiones racistas y de género que alimentan el potencial clasista genocida del capitalismo, perspectivas que argumentó desde el caso de Zimbabue y la propia historia africana—, el colombiano Mauricio García Villegas quien no desaprovechó la tribuna para declarar su admiración por Mazzucato y la estadounidense Rebecca Solnit (sesión disponible en https://bitly.ws/3cR94).

El segundo panel del festival estuvo dedicado a la obra de Mazzucato, aunque más concretamente fue una promoción de su último nuevo libro: The Big Con: How the Consulting Industry Weakens Our Businesses, Infantilizes Our Governments, and Warps Our Economies (“La gran estafa: cómo la industria de la consultoría debilita nuestros negocios, infantiliza nuestros gobiernos y deforma nuestras economías”).

Una semana después, Mazzucato ofreció una exposición magistral en la Universidad Nacional de Colombia bajo el sugerente título: A mission-oriented strategy for inclusive and sustainable economic growth in Colombia [“Una estrategia orientada a misiones para el crecimiento inclusivo y sustentable en Colombia”] (ver https://t.ly/cBDAF).

A lo largo de esta travesía por Colombia y sus correspondientes presentaciones, Mazzucato insistió en los ejes y el estilo de difusión ya conocidos de su impronta y que hace varios años hacen parte de su singular narrativa, pero que mantienen la línea de sus últimas intervenciones, en especial aquellas del Foro Económico Mundial (o más conocido como Foro Davos) durante los años 2002 y 2023 (https://t.ly/Hg5Y9):

  • Ni los mercados ni los estados “son un coco” [es decir: “diabólicos” dijo en el Hay Festival tal y como aparece traducida esa expresión ajustándola al castellano usado en Colombia] y por ello los gobiernos antes que limitarse a “corregir” o “arreglar” los “fallos” del mercado precisan moldearlos o mejor aún: crearlos, aunque a través de los Estados reconvertidos en emprendedores, pues así ambos funcionan “correctamente” en pos del Bien Común[1];
  • Convocar alianzas entre los sectores público y privado para “resolver” los principales “problemas sociales” insistiendo en que se deben pensar en burocracias creativas y un sector público innovador en colaboración con los actores privados, aunque teniendo al Estado como un “inversor de primer recurso”, “partícipe en la asunción de riesgos” y “co-formador y co-creador de valor»;
  • Y, por supuesto, la noción anacrónica, pero que hábilmente Mazzucato ha sabido reposicionar: las llamadas “Políticas orientadas por Misiones” (Mission-oriented policies) (ver https://t.ly/nG8Yw), pues en medio de la coyuntura de su visita el Instituto de Innovación y Propósito Público (IIPP) se aprestaba a lanzar un “nuevo proyecto de investigación” con la Sociedad de Activos Especiales (SAE) y otros socios del gobierno colombiano para “informar” la implementación del Plan Nacional de Desarrollo de Gustavo Petro[2].

A pesar de la repetición de las ideas y que el diccionario léxico del pensamiento de Mazzucato sigue incólume en sintonía con el neoliberalismo vulgar tanto en sus pretendidas “teorías” (fuera de todo intento teórico consistente resulta claro que el arsenal discursivo en Mazzucato se reduce a ponderar narrativas generalmente construidas con base en cherry-picking of facts) como en sus propuestas prácticas, el tema sobre la “co-creación” de valor y la reiteración según la cual el sector público “crea valor” parecería ser una línea de propaganda que esta vez resultó particularmente insidiosa a lo largo de sus intervenciones.

El valor como valoración. Fusiones y confusiones en Mazzucato

Como sucedió con las denominadas Políticas por misiones o también en su versión sobre el anfibológico Estado emprendedor, Mazzucato simplemente desentierra ideas del pasado (generalmente, sin referenciar sus fuentes) —en el primer caso— o erráticamente retoma las narrativas vulgarizadas —como la del emprendedor, en el segundo caso— para luego adaptarlas selectivamente a las necesidades ideológicas emergentes del neoliberalismo, las cuales por demás las presenta como ideas “revolucionarias” y soluciones “innovadoras”.

En el tema del Valor, Mazzucato opera nuevamente la misma operación discursiva acumulando así otra tentativa llena de inconsistencias teóricas, incoherencias empíricas e inconsecuencias lógicas.

Y es que desde el mismo título de su libro: El valor de las cosas. Quién produce y quién gana en la economía global (publicado en 2018) ya Mazzucato preanunciaba un sesgo no menor e imperdonable en el debate sobre el Valor —de seguro, el más importante para la economía política científica del siglo XIX y las ciencias sociales durante los siglos XX y XXI—. Para responder a la pregunta crucial que ella misma plantea: ¿qué es la riqueza y de dónde procede el valor?, las cosas y no las relaciones sociales en la sociedad capitalista marcan desde el principio el rumbo hacia el fracaso en los desvaríos de esta pseudo-argumentación.

De manera temeraria —ignorantiae autem fatuorum effundentur— y bastante entusiasta, según Mazzucato de Smith a Marx pasando por Ricardo no existiría una “verdadera teoría” del valor ni tampoco una explicitación de cómo en ella “encajaría” el Estado; por supuesto, lo mismo sucedería en las elaboraciones neoclásicas bajo el convocado “valor-subjetivo” (una postura de las escuelas austriacas en economía que en realidad no trata sobre el Valor, sino de la valoración), la cual —denuncia Mazzucato— funde y confunde valores y precios (¿?)[3].

Ante este panorama, Mazzucato se autoproclama como la llamada a “revigorizar” este debate, aunque nunca prueba ni comprueba analíticamente o sintetiza empíricamente todas estas afirmaciones a lo largo de esta obra.

En contraste, la cuestión del valor à la Mazzucato lo entiende como “la producción de nuevos bienes y servicios”, “cómo se comparten en la economía (distribución)” y “qué se hace con las ganancias que genera su producción (reinversión)”. Mientras tanto, la creación del valor sería el “modo” en que los recursos (humanos, físicos e intangibles) “interactúan con el fin de producir nuevos bienes” (¿?). Por ello, para Mazzucato las nociones de riqueza y valor serían intercambiables (¿?) y, al final, el valor un “proceso” mediante el cual se crea “riqueza” y por lo tanto un “flujo” (¿?).

Es imposible continuar detallando aquí todas las inconsistencias teóricas de la obra de Mazzucato. Sin embargo, muy sintéticamente, la proto-narrativa sobre el valor que Mazzucato convoca, llamaría la atención por un par de cuestiones.

Al violentar el entendimiento y estrangular la lógica además de omitir la literatura científica al respecto la cual apenas describe, pero nunca aborda seriamente ni discute sistemáticamente —i.e. Smith en Riqueza de las naciones cuando establece la diferencia crucial entre el trabajo productivo y el improductivo (entre otros, los “servicios” del Estado) o la propia elaboración de Marx respecto a los valores de uso y de cambio en El Capital, por señalar solo dos cuestiones claves imposibles de desconocer en esta discusión—, Mazzucato considera caprichosamente que los Estados “crean valor”.

A pesar de haber realizado una “critica” al planteamiento “neoclásico” (comillas mediante, porque Mazzucato deforma esa postura y la reconstruye para sus propios fines) según el valor sería una percepción del consumidor respecto a una cosa, el giro de Mazzucato se limitaría a propiciar un intercambio superficial en los términos del lenguaje sustituyendo consumidores por ciudadanos. Esta operación la reclama como el “redescubrimiento en la creación de la riqueza pública”:

(…) Los valores públicos son los que aportan un consenso normativo sobre: 1) los derechos, beneficios y prerrogativas a los que los ciudadanos deberían tener (y no tener) derecho; 2) las obligaciones de los ciudadanos para con la sociedad, el Estado y entre sí; 3) los principios en los que deberían basarse los gobiernos y las políticas… [énfasis propio]

Mazzucato, El valor de las cosas. Quién produce y quién gana en la economía global, p. 263

A esta conclusión no se llega vía una argumentación parsimoniosa o sólida ni a través de una síntesis teórica o como un resultado del razonamiento socio-histórico sobre el Valor.

Bajo su propia “definición” el tema no se refiere a la creación de Valor como tópico económico-político, sino que se agota en la valoración como un tema moral y a lo sumo de percepciones, pero que en todo caso potencia los negocios. Con ello, ya no estamos en la aproximación al “valor-subjetivo”, sino ante una proto-narrativa empresarial ampliada de cortes sustancialista (por centrarse en las cosas) y subjetivista (por concentrarse en las valoraciones).

Al final, Mazzucato incrusta deliberadamente la idea de que el Estado —siempre que sea en su versión de Estado emprendedor— abracadabra se convierte en un supuesto (¿tercer?) sujeto social productor de valor(es) en los procesos de la producción, la distribución y la reinversión (¿?) —siguiendo su propio esquema— en la sociedad capitalista. Esto le habilitaría considerar entonces co-operaciones, con-junciones, co-laboraciones, co-responsabilidad y muchas más “C’s” entre lo público y lo privado para la “co-creación de valor”[4].

Por un lado, de manera incoherente, pero muy suspicaz, Mazzucato niega que el valor tenga como fuente de origen al trabajo (y los y las trabajadores en la relación asimétrica y desigual entre Capital y Trabajo). Peor aún, con lo anterior se pretende suspender arbitrariamente que la magnitud del valor sea necesariamente fruto del trabajo de la sociedad[5].

Por otro lado, Mazzucato intenta despojar al Estado / Sector público de su innegable naturaleza capitalista, es decir, una estructura funcional de orden jurídico, organizacional institucional y relacional que efectivamente respalda y garantiza las lógicas desiguales y asimétricas del sistema social actualmente existente.

En contraste, lo que se pretende es convencer vulgata mediante que las contradicciones inmanentes a esta sociedad y en donde el Estado resulta ser vital para ocultarlas se transformen abracadabra en meros antagonismos. Y es que si ya no existen contradicciones (insuperables en la misma sociedad) y solo existen “antagonismos” (por definición, superables) bastaría con giros subjetivistas, para ella cruciales (i. e. buena voluntad, buena gobernanza, buenos deseos de los técnicos, expertos con “conciencia social”, al final, una economía de la esperanza en la práctica, tal y como reza el último capítulo de El valor de las cosas).

En últimas, en la exposición de Mazzucato el Estado y su acción no se analiza, sino que solamente se fetichiza.

La Vulgata neoliberal

El tipo de alienación ideológica que en esta temática en particular viene animando Mazzucato estaría lejos de ser privativa de su propia creación y mucho menos sería parte de una innovación en el pensamiento.

El Valor público como narrativa es una línea que ha intentado resguardar la crisis de la hegemonía neoliberal sobre todo en las praxis referidas a la organización estatal pública (las ahora anacrónicas gestiones “por objetivos” de los años 1970-1980 y “por resultados” de las décadas de 1990-2000s).

Con el rotundo fracaso de la llamada (Nueva) Gestión Pública —una corriente devenida en moda organizacional y que justamente fue descrita por el maestro mexicano Omar Guerrero como el neoliberalismo en administración pública, es decir: el tipo de organización gestionaria del sector “público(-privado)” propia de la época neoliberal— emergen las narrativas sobre el Valor público (Public value).

Las referencias pioneras sobre este particular que Mazzucato apenas referencia o cita en sus obras como Mark Moore (Creating Public Value: Strategic Management in Government, publicada en 1995) o Barry Bozeman (ver Public Values and Public Interest: Counterbalancing Economic Individualism, publicada en 2007) llevan varias décadas posicionando la idea sobre una Gobernanza del Valor Público que en lo fundamental no modifica, sino que más bien mantiene intactas las lógicas convencionales anteriores, pero que al mismo tiempo refuerza en lo ideológico una supuesta nueva visión del Estado neoliberal (contractual) en sus estructuras y funcionamiento. Si se quiere, el Valor público sigue rogando por la (re)estructuración del Estado en función de las dinámicas de mercado justificando una neoliberalización acentuada.

Y es que hoy en medio de la crisis estructural del capitalismo en general y del neoliberalismo en particular, el problema ya no sería la privatización de los bienes y servicios ofertados por los Estados (out-sourcing). Se precisaría mejor su mercantilización (interna, in-sourcing) bajo “contratos claros” —como justamente lo ha sugerido Mazzucato—. De lo que se trata es de socializar las inversiones y los riesgos en tanto las contradicciones del sistema y la tendencia pronunciada del Capital (y los capitalistas) para asumir (re)inversiones se ha visto paralizada debido a los grandes riesgos sistémicos y la falta de “incentivos” para generar beneficios y especialmente ganancias, Con ello, se profundizan los malestares económico, político, ecológico como nunca antes y, en últimas, se ha desatado una crisis social ampliada y de grandes proporciones que aún en su latencia pone potencialmente en riesgo —aquí sí— el sistema en su totalidad.

Resucitar el Valor público introduciendo las políticas por misiones es una de las herramientas de la caja de resonancia neoliberal que al nivel político de la propaganda e ideológico de la agitación cumple una función fundamental: vulgarizar los horizontes de sentido facilitando la divulgación y la apropiación de aquellas narrativas que en lo subjetivo contribuyen a reafirmar los procesos de explotación, dominación y opresión actuales y futuros ante la imposibilidad de transformar las condiciones objetivas del sistema hoy vigente.

En todo caso, la Misión (im)posible de Mazzucato parece rendir varios frutos. Ha logrado convencer a varios gobiernos con su narrativa no solo extendiendo consultorías para la Gobernanza del Valor público y las Políticas basadas en Misiones, sino también esparciendo una enfermedad: la del infantilismo del progresismo. Pues aplicando los propios dichos de Mazzucato: (…) the Consulting Industry… Infantilizes Our Governments.


[1] En este tópico, Mazzucato se atrevió asegurar que en la disciplina económica no existiría una teoría sobre el Bien común y que por lo tanto para llenar este “vacío” preanunció que ella misma la estaría desarrollando actualmente. Algunos de sus artículos ya han pretendido incursionar en este campo deslizando la discusión desde los Bienes públicos hacia los Bienes comunes, un debate que viene desarrollándose hace más de cuatro décadas, pero parece ser que Mazzucato lo ignora o simplemente lo desconoce, pues en sus intervenciones y alguno de sus libros se basa en la cientista política hayekiana: Elinor Ostrom. Para una reflexión crítica del Estado emprendedor, ver https://t.ly/Mjd2i y https://t.ly/A6JNj.

[2] “El proyecto informará la implementación del Plan Nacional de Desarrollo de Colombia, investigando cómo el diseño de instituciones clave, como el SAE y los bancos públicos, así como herramientas clave, como la contratación pública, pueden alinearse mejor con las misiones establecidas en este plan» (ver https://t.ly/ndxlI).  

[3] En sentido estricto, en la escuela austriaca (primera generación) el valor no se produce. Otro tema que es la valoración se vincula con la utilidad que el consumidor le asigna a su disposición de compra (o al bien que compra). Por lo tanto, la interpretación de Mazzucato raya en una vulgarización de la economía vulgar.

[4] Se trata de las tristemente célebres asociaciones público-privadas que en sus versiones realmente existentes llevan años mostrado ser fracasos continuados para lograr objetivos “públicos”, pero muy exitosas y eficaces a la hora de garantizar ganancias privadas (especialmente para la corporación transnacional). Para Mazzucato este problema se resolvería sencillamente “socializando las recompensas” (es decir, compartiendo los beneficios entre las partes interesadas) y no solo los riesgos.

[5] En una frase de así lo estima, pero esta aceptación resulta ser una declaración inane para su reflexión, de seguro, porque sería inmanejable en los términos en que propone la secuencia: Estado emprendedor – Valor público – Políticas basadas en Misiones.

comparte este artículo en tus redes

¡EXPRÉSATE! DEJA TU OPINIÓN Y COMENTARIOS AQUÍ
JFPoliticS

José Francisco Puello-Socarrás es Politólogo de la Universidad Nacional de Colombia, Máster en Administración Pública y Doctorante en Ciencia Política.

Docente y educador en la Escuela de Administración Pública y la Universidad Nacional de Colombia.

Autor de Nueva Gramática del Neo-liberalismo, Política: Mito, Filosofía y Ciencia, La Izquierda en los Tiempos de las Cóleras entre otros.

¡NO TE JUZGUES
SIN TIEMPO!
MIRA ESTE VIDEO
NO CREAS, ¡LEE! PUBLICACIONES RECIENTES

La hojarasca (anti) neoliberal. Las protestas social-populares en Brasil, Chile, Colombia y Argentina durante el año 2019

2019 年は現代ラテンアメリカにおける一つの転換点と見なし得る。なぜならこの年は集団行動 がパンデミックの制約を受けなかった最後の年であるだけでなく、ラテンアメリカ諸国で社会 的、政治的、市民的運動が最も活発に展開された近年の情勢を代表する時期でもあったからで ある。新自由主義の課題に直面する歴史的趨勢とそれがグローバルに表明される時勢のなか で、ラテンアメリカ・カリブ地域では 2019 年、年々蓄積されてきた反新自由主義の抗議の波が 集約的に表れた。この年に我々が目にしたのはまさに、世界史における大規模で非暴力的な反 政府運動の最大級の波であった。本研究はアルゼンチン、ブラジル、チリ、コロンビアの抗議 運動の過程と力学から、地域の反新自由主義運動の基本的構成要素を明らかにする。

LEER ARTÍCULO
FORMA PARTE DE
LA COMUNIDAD #POLITICSAPIENS
EN FACEBOOK
SUSCRÍBETE a las publicaciones
PRESIONA ▶
PARA ESCUCHAR
ESTE ARTÍCULO

ÚNETE! SÉ UN #PoliticSapiens

Mantente informado de Política de Nuestra América

Soy:
Al unirte aceptas la Política de Privacidad: trataremos tus datos con respeto con el fin de informarte, para que puedas expresarte con libertad y así mismo pienses.