Una estrella brilla
Mientras el cielo llora sin las demás
Asoma el sol dentro de poco
Amenazando su esplendor
Tu amor se parece al mío:
Recorre el tiempo tanto como el vuelo de la libélula
Intenso revoloteo entre las flores cuando el sol ilumina
Fugazmente se desmorona
Cuando la luna baila alegre entre la noche
Así como la libélula sólo vive un día
El amor queda en el recuerdo
Y no se condena a morir repitiendo su pasado
Así como la noche muere con el sol
El día se resiste a la luna: gran ironía, entropía del desorden
Pero inevitablemente la estrella espera ser vista
Porque aunque la negritud de la noche alabe su belleza
Y el claro del día acabe aparentemente con su imperio
Ella está siempre ahí, imponente, silenciosa y tímida
Atenta de recordarte el amor y la libélula,
Esperando ser, sin condición alguna, el espejo de tu corazón,
El brillo incesante de tu alma
