Esperando al sol como la cubierta de mi ansiedad
he caminado desde el cielo hasta el infierno
por el camino que se va mientras caminas conmigo
y de vuelta, por fin, regresando de recoger nuestros pasos,
al fin he podido alzar los brazos, sonriendo sin tanto ardor;
puedo ahora gritar la ignominia de mi agonía sin que la escuches:
No cambies héroes por espantos.
No sé si trayecto o recorrido tienes
Esperando que vuelvas tras otra máscara:
otra mujer con tus mismos ojos que acaricie mi corazón,
tal y como solíamos pasar el tiempo del recuerdo
que ahora suelo teñir de olvido
¿Dónde estás ahora, cuando te necesito?
Oraciones que ellas mismas se entrometen
mientras separados exhortamos la fuerza,
esos mismos minutos que se alargan alardeando
en la paralela que codifica nuestros rumbos
Puedo decírtelo ahora, puedo esperar que estuvieras aquí
Para exorcizar mis dolores, tranquilizar mis pasiones
Déjame volar entre el éter en blanco y negro que actualiza lo pasado Momentos que
florecen en memorias tan vivas;
No rechazo mi vida transcurrida en momentos privilegiados
De pronto ya no capturo tu sonrisa, ni tus ojos llenos de carcajadas de luz
Ni siquiera me importa lo que viene
Te quisiera de nuevo aquí, entre tu cielo y mi infierno
El limbo de las palabras nos obsequia estas cosas:
son tantas venias a la derrota alucinante
Mira cómo la pasividad adorna nuestras mudas voces
La señal que hace falta para completar la fe
Esa misma conspiración que al vernos desnudos de alma y convencidos de saber
Nos reclama la novedad de seguir sintiendo lo que nos pertenece
En la providencia de la dispersión
De las miradas solemnes
De los himnos indelebles
De aquello que se entrecruza sin precaución:
imprudencia llena de virtud y de gracia
Revivo todos tus símbolos
Las insignias rotas, residuos de imágenes que no se alcanzan sino en la eternidad:
aún la esperanza nos juega una mala pasada.
Este es el cálculo depravado que nos ata y nos deja sin alternativa
Así percibo el delicado sonido del trueno
Retumbando continúa el eco
con perversa precisión imita a aquel que me invita seguir escuchando
La duración cambia;
Todo y nada florece al mismo tiempo cuando permite el movimiento inquieto Sigo
buscando lo divino afuera cuando todo está anegado dentro
La costumbre ha revertido la maldición de la condición
¿Qué hemos vuelto a encontrar?
El viejo sol y la nueva sombra
la rediviva ansiedad de dos condiciones perdidas
Esos mismos viejos sentimientos y los eternos temores
que quisieran estuvieras aquí sin permitir que la ocasión sea aleatoria
Apunta desde el corazón y luego ataca
también él es escudo
La caída debe ser mi venganza y mi dignidad
cuando sabes qué has dejado atrás
y finalizan definitivamente tus memorias:
Soy un héroe ocasional.