¿Por qué en algunos países las protestas se presentan como explosivas e inorgánicas, mientras en otros son convocadas y promovidas por actores sociales y políticos organizados en la mediana duración? ¿Qué consecuencias políticas producen las protestas y movilizaciones? ¿Qué estrategias siguen los diferentes gobiernos para abordarlas? ¿Por qué en algunos casos provocan crisis de gobiernos regresivos y en otros generan que fuerzas políticas progresistas triunfen electoralmente? ¿Cuáles son los legados de las protestas y movilizaciones para abordar los renovados desafíos políticos, sociales, económicos, culturales y ambientales en la región? Estas son algunas interrogantes respecto a las protestas desarrolladas en Argentina, Brasil, Chile y Colombia durante el año 2019.