Si yo estuviera esperando tu suerte
abrazaría más abrazos
sonriera a carcajadas
y despertara cada despertar
sincronizando albas, noches, medias tardes;
alinearía crepúsculos y alargaría los equinoccios
para hacerlos aún más largos.
Si yo estuviera esperando tu suerte
enseñaría a aprender
como tú ya lo has hecho
calcaría tus pasos
enredaría como un mimbre todos los recuerdos
repasaría tus calcos
y me perdería sin horizontes en el horizonte
nadando, en una balsa, un barco.
Si yo estuviera esperando tu suerte
no la apostaría
me entregaría
al bazar de los azares
al trueque
a los barullos
Porque si fuera yo y no tú
El que estuviera esperando tu suerte
tú misma vida de vuelta
O quizás, ya cansados, la muerte
No podría.
Porque simple y llanamente
No he podido dar la talla
Tampoco alcanzar el peso
Que tu vida me exige
Y entonces alguna vez, alguna voz, diría:
No merezco vivir para vivirla.
Tu suerte está echada.
La mía, postrada.