La profundización de la actual crisis, sus intensidades, extensiones y ritmos a nivel global, sigue develando las contradicciones estructurales del capitalismo de época para garantizar la reproducción del sistema y mantener así la acumulación incesante del capital.
Esta situación, al mismo tiempo que interpela a los pueblos sobre la urgente necesidad de superar los tiempos de crisis en un marco económico político alternativo, despliega nuevos modos de producción y reproducción de las relaciones sociales y populares. En Nuestra América, los proyectos alternativos tendientes a la construcción de otro modelo productivo confluyen alrededor de la diversidad de experiencias emergentes que se registran recientemente al nivel de la integración regional.